Ese del que siempre hablo. Sí.
El de irme al monte.
Y hacerme cabrera.
A oler las nubes y a escuchar el silencio.
A merendar pan con queso fresco.
Y el mundo que siga girando.
Que luego ya volveré.
Y es que los seres humanos a menudo pueden conmigo.
En el buen sentido. Y en el malo a veces también.
Porque todo tiene siempre dos caras.
No vayamos ahora a aferrarnos a verdades indiscutibles.
En el buen sentido. Y en el malo a veces también.
Porque todo tiene siempre dos caras.
No vayamos ahora a aferrarnos a verdades indiscutibles.
El comportamiento humano es fascinante.
Y agotador.
Y de vez en cuando hay que descansar.
Debería ser un derecho contitucional.
Para que a uno se le restablezca el orden mental.
[...]
Y agotador.
Y de vez en cuando hay que descansar.
Debería ser un derecho contitucional.
Para que a uno se le restablezca el orden mental.
[...]
No sé de dónde nace la necesidad de entender las cosas.
Supongo que de la razón.
De eso tan valioso que nos diferencia de los animales.
Vamos, de la evolución.
Supongo que de la razón.
De eso tan valioso que nos diferencia de los animales.
Vamos, de la evolución.
Y no sé tampoco en qué medida eso acaba siendo decisivo.
Yo siempre quiero entender.
Podríamos decir que era la típica niña con coletas.
Y que mi sonrisa siempre iba acompañada de un : ¿Y por qué?
Debía ser exasperante.
Y lo que ha cambiado es que ya no me hago coletas.
Aunque a veces me apetece.
Yo siempre quiero entender.
Podríamos decir que era la típica niña con coletas.
Y que mi sonrisa siempre iba acompañada de un : ¿Y por qué?
Debía ser exasperante.
Y lo que ha cambiado es que ya no me hago coletas.
Aunque a veces me apetece.
Por eso desde temprano preferí las letras.
Sus múltiples preguntas. Y sus cientos de respuestas.
Lo del libre pensamiento.
Todo eso de los diferentes prismas.
De infinitas posibilidades válidas y argumentadas.
Y por eso también repudié las ciencias.
Porque lo encasillaban todo. Demasiado rápido.
Provocando esa respuesta odiosa de : Es así y punto.
Sus múltiples preguntas. Y sus cientos de respuestas.
Lo del libre pensamiento.
Todo eso de los diferentes prismas.
De infinitas posibilidades válidas y argumentadas.
Y por eso también repudié las ciencias.
Porque lo encasillaban todo. Demasiado rápido.
Provocando esa respuesta odiosa de : Es así y punto.
Y es que, en pensamiento, los de letras somos de todo menos prácticos.
En hechos puede que sí lo seamos. No nos queda otra.
Pero las avispas quedan revoloteando entre posibles ideas.
Sin poder evitarlo.
En hechos puede que sí lo seamos. No nos queda otra.
Pero las avispas quedan revoloteando entre posibles ideas.
Sin poder evitarlo.
Y es que..
¿Cómo puede ser que todo pensamiento razonable tenga un opuesto igual de razonable?
Ni idea. Pero así es.
[...]
Cuando uno intenta buscar explicación a algo que no entiende se inicia todo un proceso.
Porque puede que la tenga.
Pero también puede que uno no sepa verla.
Y justo ahí, en momentos en que el razonamiento se invalida por inútil, uno se cansa de la complejidad.
De la maravillosa complejidad del cerebro.
¿Cómo puede ser que todo pensamiento razonable tenga un opuesto igual de razonable?
Ni idea. Pero así es.
[...]
Cuando uno intenta buscar explicación a algo que no entiende se inicia todo un proceso.
Porque puede que la tenga.
Pero también puede que uno no sepa verla.
Y justo ahí, en momentos en que el razonamiento se invalida por inútil, uno se cansa de la complejidad.
De la maravillosa complejidad del cerebro.
Y puede, que en un grito ahogado, busque refugio en grandes pensadores.
O en grandes pensamientos.
O en grandes pensamientos.
A mí se me ocurre que muchas veces querer entender aquello que no entendemos es un anhelo.
Y el anhelo no deja de ser expectativa.
Y ya saben...la expectativa no cumplida trae frustración.
Y el anhelo no deja de ser expectativa.
Y ya saben...la expectativa no cumplida trae frustración.
En este teje-maneje de intentar comprender el por qué de las cosas uno se pierde.
Bueno, yo me pierdo.
Y casi estoy a punto de sentir una punzada de envidia por aquellos que asumen las cosas sin más.
[...]
Y me viene a la cabeza Nietzsche.
Con aquello del placer y el dolor.
La dualidad. La consecuencia.
La convicción de que no existe un extremo sin el otro.
La defensa de la radicalidad del blanco y el negro.
El gran riesgo que se corre ante la expectativa.
Bueno, yo me pierdo.
Y casi estoy a punto de sentir una punzada de envidia por aquellos que asumen las cosas sin más.
[...]
Y me viene a la cabeza Nietzsche.
Con aquello del placer y el dolor.
La dualidad. La consecuencia.
La convicción de que no existe un extremo sin el otro.
La defensa de la radicalidad del blanco y el negro.
El gran riesgo que se corre ante la expectativa.
Y la premisa -alabada por los budistas- de:
"No te aferres a nada".
Porque no aferrarse es la única forma de no desear.
Y no desear es la única forma de evitar un posible dolor si no se consigue lo anhelado.
"No te aferres a nada".
Porque no aferrarse es la única forma de no desear.
Y no desear es la única forma de evitar un posible dolor si no se consigue lo anhelado.
Y entonces recuerdas con una sonrisa la de veces que has dicho u oído cosas como:
Hay colores grises. Hay un punto medio. Hay un equilibrio.
Y te das cuenta de que en las cosas y en los momentos importantes no hay nada de eso.
Sólo hay una cosa u otra.
Hay colores grises. Hay un punto medio. Hay un equilibrio.
Y te das cuenta de que en las cosas y en los momentos importantes no hay nada de eso.
Sólo hay una cosa u otra.
2 comentarios:
Si a eso añadimos que las mujeres les sacáis tres pies al gato (al menos), la verdad es que más vale hacerse de ciencias (es broma).
PD: Nietzsche estaba como una cabra.
Ni sóc dona, però dec esser dels que li busca tres peus al gat...
Tampoc sóc de ciències...
Podria signar aquest article, perquè llevat del tema de les "coletas", m'hi sento ben identificat.
Cabrera? Jo em vull retirar a una ermita, i de fet ho he conseguit fer-ho un parell de dies cada mes: sóc un privilegiat. Sóc habitant del bosc de les essències.
"Tot pensament raonable té el seu oposat, igual de raonable". Això passa perquè les grans decisions no les pren la raó (amb la qual podem justificar qualsevol cosa: "el somni de la raó engendre monstres"). Les grans opcions les prenem amb el cor. "Sols es veu bé amb el cor" (Saint Exupéry). "El cor té raons que la raó mateix desconeix" (Pascal).
Ah! Per cert... jo tampoc sóc gens pràctic.
(Gràcies pel teu escrit. És insuperable)
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