miércoles, octubre 08, 2008

Aire

Hoy ya huele a otoño.
Y a llovizna.
A ese olor dulce que deja la tierra mojada.


Un día de esos perfectos para quedarse en casa.
Y encontrarle sentido a eso que llaman “calor de hogar”.
Para leer a Félix de Azúa, que es un lector de calma y frío.
Y recordar los días de Universidad.
Aquellos en los que la reflexión parecía ser tan importante.
[…]

El día empezó con un mensaje al móvil de Laura. Sobre un sueño.
Y una sonrisa.
No sé por qué me gusta pensar en los sueños.
Es un juego que me acompaña desde pequeña.
Menos mal que últimamente no recuerdo los míos.
Porque ahora, con la parte consciente ya estoy entretenida.

Y es que es el cielo y es el aire.
Que me hace mezclar camisetas de manga corta con chaquetas.
Que me tiene confundida con un sol que capea nubes a las que no gana.
Hasta que cae la tarde.

Y por teléfono me reclaman un mail.
Y menudo fastidio. Porque llevo un mes sin Internet.
Supongo que os suena eso a lo que llaman servicio técnico.
Ese sitio que imagino oscuro y lleno de máquinas raras.

Con personas vestidas de gris que van de aquí para allá.
Y que tienen una concepción del paso del tiempo diferente.
Diferente a la mía por lo menos.

Y salgo de casa. Y me vuelve a amparar un techo opaco.
Y ya en el coche recuerdo voces.
De todas las conversaciones que he tenido a lo largo de hoy.
Y es como si entre todo lo dicho se escondiera un acertijo.
Y creo que tengo la respuesta en la punta de la lengua.

Así lo creo hasta que oigo mi nombre camino del sitio donde hay Internet.
Y es que últimamente voy teniendo demasiados encuentros fortuitos con mi pasado.

Cuando levanto la cabeza soy consciente.
De las pintas que llevo, digo.
Pantalón de chándal. Sudadera gris. Y una cola rápida.
[…]

Y bueno.
La única verdad es que pese al tiempo.
Pese al aire y la lluvia.
Pese al cambio de estación.
Yo estoy en mi sitio…quizás más que nunca.

1 comentario:

L'ermità qui capta dijo...

No sé si agraïr-li a la divina inspiració, o al servei tècnic que t'ha arreglat la connexió a internet... m'alegra molt tornar a trobar les teves reflexions, després de més d'un mes de silenci.
La vida és polisèmica, i la nostra mirada pot travessar les diverses capes de sentit... Per això podem meditar la vida ordinària, reflexionar a partir d'un vestit o fer contemplació davant del tanga d'un ciclista exibicionista.
M'agrada molt com escrius i m'alegro de poder llegir de nou les teves reflexions. Una abraçada.