Ya hablaba en el texto anterior de que de todo tiene que haber en el mundo, aunque hay sentimientos que no sólo se manifiestan cuando veo un debate en el Congreso de los diputados.
Sabemos que hay endiosados, pero éstos se dividen en endiosados sin poder y endiosados con poder; los que no tienen poder nos inspiran pena y rechazo básicamente porque es improbable que nos dañen, por el contrario, los endiosados con poder son harina de otro costal. La valentía ante estos últimos especímenes puede salir cara, tan cara que hasta nos hace dudar de si la elección valiente es la más acertada. Ellos lo saben y desafían y hace falta mucho valor para no caer en un "puedo salir perjudicada". Cuando se acaba llegando a esta conclusión el cerebreo (inteligentísimo) acaba justificando la cobardía con un "es lo más inteligente". Estos pensamientos encadenados y autoprotectores acaban suponiendo un aliciente para que los endiosados con poder se endiosen aún más y lo que es peor, que los valientes duden de si la valentía ante los poderosos es la mejor opción. Calentita vengo, y no por el asfixiante calor de Barcelona, sino por el encontronazo con un endiosado con poder que justifica sus decisiones basándose, aparentemente, en que el puesto que ocupa le da la suficiente garantía como para no pensar en una posible equivocación por su parte, ni lo contempla, vamos. Deciros que sus últimas palabras han sido: "es mi palabra contra la tuya, ejerce tus derechos...si puedes", no querais saber cuáles han sido las mías.
No voy a hacer un oda a los derechos, porque teniendo en cuenta que no sabemos si vamos a poder ejercerlos o no, merecen otro nombre. Cuando tomamos decisiones no sabemos las consecuencias porque son eso, decisiones y por tanto es justo saber aceptar lo que venga, positivo o negativo, pero cuando ejercemos un derecho no deberían existir dudas ante posibles represalias y la realidad es que existen. Tener que pagar un posible precio por ejercer nuestros derechos es contraproducente para la salud, recetémonos pues, unas buenas dosis de valentía y convicción apartando la tirita del conformismo y el miedo.
2 comentarios:
A veces, ejercer el poder, significa llevar a cabo ostentación del mismo,...aunque no se lleve la razón. Simplemente como una "marca del territorio". Lo que te parece la reacción de un "endiosado" puede ser una técnica de supervivencia, de no ver amenazada su supremacía (en este caso sobre ti) y que no se le desmonte la genial explicación, madura y con fundamento del "porque lo digo yo..." para resolver lo que has ido a reclamarle.
Muchos ánimos!! Ya ves que en su dia a dia, esta persona tiene que verse en situaciones tan maravillosas como la que hoy ha vivido contigo. Tu no tienes más necesidad que experimentarlo "cuando toca"...como hoy. Al resto del tiempo...ponle una sonrisa.
Suerte.
Carol: ¿se puede saber qué te ha ocurrido! Besos
Publicar un comentario