"Atrapada en el tiempo"...primer título de una trilogía basada en la posibilidad de mezclar fantasía y realidad para una mayor intensidad de las vivencias. Ubicada en la mágica Escocia, llena de tradiciones, clanes y supersticiones nos muestra cómo ser fiel a nuestros principios y cómo disfrutar de lo cotidiano vivamos cuando y dónde sea.
martes, julio 03, 2007
Resentidos de la historia
Tantas mentes, tantas opiniones... tantas opiniones, tantas sandeces...tantas sandeces que a veces, acaban provocando ideas razonables. Habrá que dar las gracias a las mentes más lerdas. Estoy por tirarme a la calle un día y hacer esas famosas y escurridizas encuestas sobre las que algunos se basan para llevar o no la razón. Peguntaría qué entienden por el concepto de nación, de nacionalismo, qué modelo de estado prefieren y otras triquiñuelas por el estilo. Tiene que haber de todo y tiene que hablarse sobre todo pero...realmente, a estas alturas de la película democrática se tiene que seguir hablando sobre banderas y nacional-"ismos"? El probelma más trsite que se encuentra detrás de estos conceptos (de tanto utilizarlos han perdido el sentido) es que detrás de ellos hay una intencionalidad insana. Recordaís cuando se empezó a usar el término "globalización"? entiendo que la mente humana pueda tener contradicciones pero hay absurdeces que deberían caer por su propio peso. Catalanistas, nacionalistas y "a mi me da igual" se unen en un mar sin fronteras mientras algunos quieren subir muros, cuando tanto dolor se engargó de derrumbarlos. Hay que tener memoria histórica sí, pero no resentimiento histórico. Es degradante cómo personas representativas manejan nuestra historia en pro del radicalismo fomentando así el retroceso y la mala sangre. Labor nuestra es no caer en trifulcas ya pasadas y tener el valor de pasar página. Dejemos las regresiones para las sesiones psicológicas y centrémonos en un presente que poco tiene que ver con lo que algunos dicen. No hay ninguna necesidad de encasillarnos por mucho que nos lo hagan creer; lo de ir a Madrid con martícula de B- y no querer dejar el coche en la calle ha caducado, como también debe caducar la rabia de tiempos pasados. Somos un lugar más del mundo, lleno de cuidadanos que quieren una vivienda digna, un trabajo acorde con sus capacidades y no tener que sufrir cuatro horas de carabana para desconectar de la semana. Queremos mucho sí, queremos más avances, más soluciones a los probelmas, más respuestas... pero éstas no pasan por crear más fronteras y más diferencias que las que ya existen. Tenemos una democracia joven en edad, pero seguirá siendo siempre joven en ideología si se siguen empeñando en "defender" un pasado que perdió su lógica en julio del 36. ¿Debemos sentirnos de dónde somos? es probable, ¿debemos intentar mejorar nuestra calidad de vída? Sí...ahora bien, ¿es para ello necesario inventar diferencias y querer justificarlas con orgullos patrióticos o nacionales? No. Esuchemos más a quienes sufrieron las consecuencias de debates similares, pero esuchémosles para no caer en los mismos errores, para ser capaces de seguir sin volver atrás y no para alimentar un odio que debemos dejar morir.
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