No he encontrado mejor manera de inagurar este blog (creado con la ayuda de Saül, todo hay que decirlo) que explicando un cuento precioso, una fábula que me contó ayer por la noche un amigo.
Resulta ser que hace muchos años la tierra estaba habitada por duendes, éstos ante la proximidad de la aparición del hombre decidieron gastar una broma pesada y esconder lo más preciado: la felicidad. Uno de ellos planteó llevarla a la montaña más alta del mundo, pero una vez allí pensó que más tarde o más temprano el hombre llegaría y la encontaría. Otro propuso guardarla en el fondo del mar más profundo pero también llegó a la conclusión de que con el tiempo la podrían localizar, lo mismo ocurrió con la intención de esconderla en la luna... el duende más inteligente propuso esconder la felicidad dentro del mismo hombre, ya que éste estarían tan ocupado en buscarla fuera que no se le ocurriría pensar que estaría dentro de uno mismo, y así lo hicieron.
Una moraleja clara y también cierta... quizás haya duendes que aún observen divertidos cómo las personas buscan fuera lo que llevan dentro, habrá que decepcionarles y saber buscar los deseos y sueños dentro de nosotros mismos.
2 comentarios:
Si eres conciente de ello... es lo mejor!
Un besos preciosa!
Claro y por eso nos pusieron los ojos mirando hacia fuera. Para que no la viéramos no? Si ya decía yo que estaba por aquí cerca...
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