martes, julio 01, 2008

Novios de verano


Que sí. Que ya llegó el verano.
Es tan obvio como que mi nariz se está pelando.
Pese al factor 50 que me extiendo en circulitos por toda la cara.

El sol cae y me apabulla.
Se cuela por todas partes esa calentura.
Y yo, enemiga declarada del aire acondicionado, sobrevivo como puedo.
Botellines de agua, helados, fruta y playa, vaya.
Y… abre la ventana, por favor y que corra el aire.

Y ya desde hace días disfruto de esa supervivencia.
Llena de terrazas con charlas desmesuradas y claras.
De sandalias nuevas.
De collares grandes.
De piel morena y salada.

Porque es supervivencia. Sí.
¿O acaso es coincidencia que casi todas las guerras empezaran en verano?
No.
Que en verano a la gente le sobra el tiempo. Y los calores se suben a la cabeza.
[…]

Todo parece más apropiado.
Resguardarse del sol. Buscar el fresco.
Comer sandía.
Bailar en la playa. Cuando la arena ya no quema.
Deambular por los estantes de las librerías sabedora del tiempo que ahora tienes…

Y tanto sabor mediterráneo le acaba calando a una dentro.
Te ralentizas a base de sanas ensaladas, de deporte y de cremas hidratantes.
Es un auto saneamiento.

Y llegan entonces los bronceados y alegres novios de verano.
Por supuesto.
Esos seres que representan el amor libre.
Libre de enfados otoñales.
Libres de responsabilidades.
Sí.

Con los novios de verano todo es jauja.
Todo es bonito y divertido. Enmarcado por playas.
Por tardes libres. Y por helados.
Ellos enseñan las torneadas espaldas morenas.
Y ellas ya tienen suficiente.
Los dientes brillan blancos por el contraste.
Los ojos suavizan su color con el sol.

Y correr por la palaya cual anuncio de CK.
Todo es nuevo.
No hay disputas que recordar.
Ni malos sabores que se arrastren.
Ni planes que entorpezcan nada.

Sólo horas para descubrir sitios.
Para sentarse en rocas y mirar la mar.
Para hacer picnics en la montaña.
Bailar las canciones de verano.
Y todas las canciones.
Ponerse ropa blanca. Fresca y limpia.
Organizar algún fin de semana divertido.

Sí. Los novios del verano.
Los que no aguantarán neuras de estrés laboral.
Ni comidas farragosas de navidad.
Los que no vivirán la agonía de un San Valentín.
Con ellos todo es fácil.

No habrá mal humor entre risas y margaritas.
En paseos por las calles a las cuatro de la mañana.

Porque el tiempo pasará en armonía estival.
Y todo será aprovechado al saber que hay un fin.
Incluso se intercambiarán pulserillas de tela.
De esas que se ponen en la muñeca.
Como símbolo de amor veraniego.
Y las fotos correrán por los ordenadores.

… Hasta que el verano se los lleve.
A ellos y al calor.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

nice blog isnt it?


berto xxx

Miradaenfuga dijo...

Verano, verano... Bonito pañuelo el de la foto ;) ¡Qué sería de nosotras sin el verano! La de cosas que nos esperan en este... Lo presiento...

Àlex Masllorens dijo...

M'agrada l'estiu, m'agrada el teu blog, m'agrades tu. Però a veure si escrius més sovint!