"Atrapada en el tiempo"...primer título de una trilogía basada en la posibilidad de mezclar fantasía y realidad para una mayor intensidad de las vivencias. Ubicada en la mágica Escocia, llena de tradiciones, clanes y supersticiones nos muestra cómo ser fiel a nuestros principios y cómo disfrutar de lo cotidiano vivamos cuando y dónde sea.
viernes, octubre 20, 2006
Y viva la verdad... aunque sea por equivocación
Mi amigo Saul ha escrito hoy en su blog sobre un tema bastante interesante, aprovecho para recomendar su lectura. Resulta que hace unos días envié un mensaje de mov y el destinatario no fue el que yo quería, es decir, me equivoqué, o más bien se equivocó mi pulgar, que en ciertas ocasiones parece tener vida propia y pasar olímpicamente de las órdenes que da el cerebro. Las consecuencias de seleccionar un nombre incorrecto y seguidamente presionar sobre la tecla "enviar" son diversas y dependen de mil factores, pero creo que hay unas cuantas comunes. Partiendo de la base de que te des cuenta del error cometido (siempre se puede dar el caso de que creas que no te has equivocado y luego la sorpresa sea mayor) cuando la pantalla se ilumina mostrando: "enviado mensaje", estalla la locura; la boca empieza a pronunciar compulsivamente alguna que otra palabreja poolíticamente incorrecta, el cerebro, por su parte, intenta buscar una solución, básicamente porque cree que la hay, pero se equivoca, y el cuerpo toma vida propia intentando llevar el mov a algún lugar donde no haya cobertura, craso error porque en esos casos siempre hay cobertura y el resultado es la realización de una serie de movimientos extraños, estirando y encogiendo extremidades sin ningún sentido... un proceso de segundos que te deja agotado por la tensión y que siempre podría empeorar si alguien entrara por la puerta porque no habría explicación lógica para justificar la expresión de nuestra cara. Y el mensaje se envía, y el mensaje llega, y la información es recibida... alguien se entera de algo de lo que no debería enterarse, o al menos, que nostros creemos que no debería saber. Bueno, la experiencia me dice que aunque la verdad no sea siempre una gran aliada, nunca hay que arrepentirse de decirla aunque arrastre consigo asumir las consecuencias de lo dicho. Será que nos hemos acostumbrado a no decir la verdad, a eludir información sin ningún cargo de conciencia? será será... será el café, o las nuevas tecnologías, o será quizás que de una manera u otra siempre sale la verdad... Que viva la verdad aunque sea por equivocación.
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